"Soy mamá desde hace 8 años y ha sido la experiencia más bella de mi vida. Fue un bebé muy esperado... Pero nació antes de tiempo... Cuando ya pasó lo más terrible, vino lo emocionante; su padre me llevó a su incubadora y me dijo: "siempre que vengo está dormida...". Pero, yo le hablé y ella de inmediato abrió sus ojitos y movió su cabeza buscándome... ¡La amo con toda el alma! y todos los días le doy gracias a Dios por ser su Mamá".

jueves, 30 de junio de 2011

¡Unas Vacaciones Soñadas!

           En vista de que leo muchos blogs amigos, en donde los niños han salido de vacaciones de Verano, al otro lado del mundo..., y a aunque nosostros estemos pasando un Invierno moderado en Iquique de Chile (donde no llueve y la temperatura mínima es de 14 grados...), quise recodar mis últimas vacaciones de Verano, por éste lado del planeta.
           Resulta, que desde que nació nuestra Monita, nuestras vacaciones han tenido que ser más breves y a lugares más cercanos a nuestro hogar, debido a los cuidados que se debe tener cuando los niños son muy pequeños y debido a que ambos, somos padres "ultra- super- extra preocupados...", llevando cada vez, una cantidad inmensa de equipaje, por si las moscas...
          Bueno, cuando Monita casi cumplía 4 años, ya era definitivamente más independiente, en todo sentido: al ir al baño, al comer cualquier tipo de comida, al entretenerse creando o dibujando, etc..., por lo que decidimos que ya era tiempo de tomarnos unas verdaderas vacaciones para disfrutar, conocer y descansar, en compañía de nuestra hijita.
          Elegimos como destino, ¡La Isla De Pascua!.
           ¡Fue maravilloso, he idílico!.
          Fuimos a comienzos de abril del año 2010. Aunque el vuelo desde Santiago de Chile, via Lan, dura 5 horas, sobre puro Océano Pacífico, la Monita estaba maravillada viendo películas en las pantallas individuales y se sentía como una Reina, con los regalos que le traían. Ni miedo le dió al aterrizar,  el papá si estaba pálido...
Fue todo lo que buscábamos y más. Hermosos parajes místicos, con los Moais, volcanes, praderas verdes, caballos salvajes, arenas blancas, palmeras y agua trasparente y de temperatura exquisita...
         
 ¡Que más se podía pedir!.

     El clima ideal: la mínima 18 grados y la máxima 24, o sea, delicioso. Pudimos bañarnos en el calmo mar, ver sus peces y tortugas e impregnarnos con la artesanía mística. Conocer de una cultura milenaria, hermosa y reconocer que los Pascuences cuidan su Isla, porque de verdad, sí que la cuidan..., si ni una piedra te puedes traer de recuerdo, ni tomarte una foto tocando un Moai (todas las áreas están claramente delimitadas).

        Fue un sueño hecho realidad y lo vivimos los tres juntos, sin ninguna complicación, felices...
        Lo único malo, fue que el segundo día Monita olvidó sus baldes y palas en la playa... y no había donde comprar otros, así es que le pasamos un vaso plástico y una cuchara sopera e igual jugaba...
         De los precios mejor no hablar.
        Les recomiendo salir sin problemas a un destino más lejano, con sus peques, cuando ya son un poco más autónomos y soportan viajes largos, se pasa de maravillas. ¡Un beso!

lunes, 27 de junio de 2011

Mi hija le teme a los ruidos...desde nuestra experiencia en el Terremoto 8,8, grados Richter!

            Resulta que nuestra familia pasó el terremoto del día 27 de FEBRERO DEL AÑO 2010, en la misma zona del desastre, por lo que supimos de manera real, como se mueve la tierra con 8,8 grados Richter.
Justo ese día, por esas casualidades de la vida, celebramos en casa una cena con amigos, que terminó cerca de las 2:00 a.m, de la mañana y como era bien tarde, la Monita (de 3 años y 9 meses), se quedó dormida en mi cama, que estaba en el primer piso de la casa y no en su dormitorio, que estaba en el segundo (gracias a Dios).
          Luego, de que mis visitas se fueran a Talca y de ordenar un poco la cocina (guardar mis copas que es lo que más cuido), me fui a acostar, rendida, junto a mi hijita. No llevaba más de una hora y media durmiendo, cuando sentí un ruido enorme que venía desde debajo de la cama..., como si debajo de ésta, estuviera pasando el metro subterráneo...
           No se cómo, pero en menos de 15 segundos, me levanté por instinto, tomé en brazos a mi hija y corri con ella, a abrir la puerta principal de la casa. Mi marido figuraba dormido en un sillón del living... El ruido era inmenso y los movimientos cada vez más violentos, mi hija despierta ya, se asustó muchísimo. Mi marido despertó y no encontró nada mejor, que llevarnos en brazos a las dos, nuevamente a la cama y cubriéndonos con su cuerpo, dijo: "yo las voy a protejer..." (sin comentarios...). Lo único que sé, es que se escuchaba como la casa se movía íntegramente y todo se quebraba en la cocina, mientras sentía que la cama se movía más que la de la película el "Exorcista...". Los minutos se hicieron eternos..., considerando que el terremoto duró más de 2 minutos y medio. 
           Bueno, desde ese día y luego de vivir más de 250 réplicas (como mínimo) con ruido y movimiento, durante los siguientes 6 meses, mi hija al escuchar un mínimo ruido, tal como el del motor de un camión..., o el ruido que produce la puerta cuando hay mucho viento..., corre hasta mi, aterrorizada.
           Hoy en día, ya no vivimos en Curicó y vivimos en el Norte de Chile, donde se supone no hay muchos temblores...(pero se espera hace años uno bien grande...), mi hija sigue con los mismos temores y yo no sé como ayudarla.
            Conversé con su tía del Jardín Infantil, al respecto y me comentó que en el Jardín, también se levanta de su silla, cuando siente pasar a algún camión, pero no corre, ni pone cara de angustia, como lo hace conmigo...
            Sé, que la experiencia que vivimos fue muy terrible y que hasta para un adulto puede resultar atemorizante, por lo que imagino como debe resultar para un niño, que en esa época tenía menos de 4 añitos...
            Me asusta no estar cerca de ella, si vuelve a temblar fuerte y digamos que en Chile, tiembla bastante...  
           Solo espero, que con el tiempo mi hijita logre superar ésto, aunque sé que no será pronto, ya que ha pasado casi un año y medio desde el Gran terremoto y Chile es un país muy sísmico, por lo que permanentemente vivimos temblores de diversa intensidad y mi hija se sigue aterrorizando, se me sube al cuerpo como una araña, la pobre...
 Solo me queda abrazarla y tranquilizarla, ¿qué más puedo hacer?...

viernes, 24 de junio de 2011

Mi hija ya cumplió 5 años y todavía chupa y regalonea con su "tuto"...

         Resulta que el primer día que llegó a casa, después de darnos de alta en el Hospital, era pleno invierno en Chile, incluso estaba lloviendo..., en todo caso mejor, ya que de esta manera mi hija no respiró el primer día, puro "esmog" Santiaguino...
        Ya en la noche, luego de regalonear con ella y realizar todas las actividades típicas de reconocimiento madre hija, cariños y juegos al mudarla, darle el pecho y su relleno, sacarle sus gases, limpiarla, cambiarla de ropita, acurrucarla, besarla, mirarla, etc... (cosas que todas ustedes ya conocen de sobra), llegó la hora de hacerla dormir en su cuna, que ubicamos con mi marido, junto a mi lado de nuestra cama.
         Resulta que hacía mucho frío y al parecer con el contacto de las sábanas y como era tan pequeñita y prematura, lloraba y lloraba. Por lo que esa noche, me resigné (pero fascinada) a dejarla dormir en mis brazos, con las graves consecuencias que eso me produjo al día siguiente (no me podía los ojos de sueño, entre otras cosas, tenía un dolor intenso en mi brazo, etc...).
           Bueno, al día siguiente probé otra técnica. Coloqué una mantita de polar delgado (color rosa), sobre la sábana de su cunita y como por arte de magia, al parecer la sintió tan suave y calentita, que durmió plácidamente...

 Así, pasaron varios meses, en que seguí ocupando esta mantita para sus salidas en coche y en su cuna (lavándola bien a menudo, por si las moscas). Resulta, que sin darnos cuenta con mi esposo, como al sexto mes, que ya se sentaba solita en su cuna y ya realizaba juegos con sus manitos, comenzó a coger su mantita y a acercarla a su boca, haciendo como succión al mamar. Esto la relajaba y se dormía sin problemas. Hasta ahí, todo perfecto, ya que ella nunca usó chupete.
          El problema se produjo, porque mi hija comenzó a caminar a los 10 meses y arrastraba su mantita por toda la casa..., para luego ocuparla para dormirse...
          Lo primero que hice, fue partirla en dos, es decir, así siempre tendría una limpia. De vez en cuando se acordaba de ella y la nombró "tuto".
 Cuando ya tenía 2 años y medio, me dí cuenta de que mi hija seguía dependiendo mucho de su "tuto", tanto cuando entró a su Jardín Infantil, como para cuando salíamos a cualquier parte...
           No se si tomé una buena decisión, pero al ver que las dos mantitas se ensuciaban tan rápidamente, las corté como en 20 pedacitos, para que no los arrastrara y para tener suficientes en caso de pérdidas... y así evitar el llanterío, que venía cada vez, que se nos quedaba en casa.
           Y así, pasó a acostumbrarse a estos pequeños pedacitos de género, sin ninguna dificultad.
           A ésta hora, que ya cumplió 5 años, sus "tutos",  ya son color rosa pálido, y los sigue utilizando para quedarse dormida. He conseguido que no lo lleve a su Jardín. Le digo: "hija, el "tuto", te esperará debajo de tu almohada...". Ella misma lo guarda y se va tranquila. Creo que estamos logrando el desapego..., poco a poco...
            El problema es que de los 20 pedacitos, ya me van quedando como 6... y sé, que ella es feliz con sus tutos y no hay manera de encontrarle otro género que le agrade ( y pucha que he buscado), ya que a ella lo que le gusta son las pelotitas que se fueron formando con el tiempo, en el género.
             Mi marido me dice, que "la dejemos ser", que ella misma lo dejará en el tiempo indicado. Yo no la presiono, porque me doy cuenta que no lo utiliza "en público", solo cuando está en casa y que su "tuto" le da seguridad y alegría . Yo le pregunto: "¿cómo es tu tuto? y ella me responde: "¡rico!". No sé, si es bueno que continue usándolo... Estoy algo confundida. Ojalá puedan escribirme algún comentario sobre lo que debo hacer... Gracias amigas!

VENTAJAS Y DESVENTAJAS de ser una Mamá Bloger@... ¡RENOVADAS!

          En ésta oportunidad, no me referiré a alguna vivencia con mi Monita, si no más bien, quiero comentarles lo EXELENTE que me ha hecho, comenzar a escribir mis blogs (Mamá de una Monita y los cuentos Infantiles, Julieta la Jirafita). Puedo decir, que entrar a este maravilloso mundo HA CAMBIADO MI VIDA Y PARA MEJOR!.
           Como muchas ya saben, debido al trabajo de mi marido desde algún tiempo, hemos tenido que trasladarnos de ciudades, dentro de Chile y por ende, he debido dejar mi trabajo de Educadora de Párvulos, en el que ya llevaba más de 10 años..., por acompañar a mi esposo en sus proyectos, junto a nuestra hijita.
          En verdad, pasamos de tener nuestra vida super establecida en Santiago, a vivir, primero en una Ciudad muy helada  de Chile, llamada Curicó, en donde vivimos dos años, para luego llegar hace unos cuantos meses a una cuidad hermosa del Norte de Chile, llamada Iquique, en donde no llueve nunca y hay bellas playas. Si bien es cierto, estamos siempre unidos como familia nuclear, estamos muy lejos de nuestra familia y amigos (2000 kilómetros). Mi marido llega a la nueva ciudad y comienza de inmediato su pega, interactúa y conoce gente al montón... 

          Por otra parte, mi hija entra al Jardín Infantil y tiene su espacio educativo, donde conoce amigos y establece nuevos lazos de amistad, con mucha facilidad.
          Pero en mi caso es super distinto. Yo llego y debo sufrir un período de adaptación mucho más lento, porque no estoy trabajando y solo me dedico al cuidado de mi famila, traslado de mi hija a su Jardín, compras en el supermercado, cocinar, realizar los quehaceres diarios, ver Televisión...
          ¡Fome...,aburrido, angustiante y hasta deprimente...! ¡¡¡¡NOOOOOOO!!!
          Es difícil hacer amistades nuevas y confiar en personas que recién vas conociendo..., especialmente cuando eres algo desconfiada (¡lo soy muchooo!).
         Bueno, por eso escribir estos blogs, ¡me ha hecho tan bien!. Por lo que veo sus VENTAJAS como muy posistivas:
  1. Encuentro en ellos, una forma de expresión, creación  y de comunicación ENORME, que nos da libertad de escoger temas, formas de redacción e ir innovando cada vez que se publica.
  2. Me distrae y entretiene leer los de las demás mamás y/o papás. Siento que tenemos en MUCHAS COSAS EN COMUN : somos o estamos cerca de ser madres. Nos interesa el bienestar de nuestros hijos. Nos preocupa su desarrollo en cada etapa. ¡Somos constantemente positivas y tiramos buena onda!. Nos acompañamos en las vivencias divertídas (nos reímos...), las dificultosas, las anécdotarias, las sencibles o tristes (lloramos, aconsejamos, tiramos para arriba...!), las de la vida diaria y las del pasado, presente y futuro... (imaginamos...) , etc... y nos sentimos APOYADAS (¡nunca juzgadas!).
  3. Aprendo de las experiencias de otras mamás, me emociono, alegro y REFLEXIONO al respecto. 
  4. Aprendo de los comentarios, posteriores de cada blog y PARTICIPO, dando mis opiniones de manera respetuosa.
  5. Intento desarrollar EMPATIA, por lo que a cada una le sucede.
  6. Me siento ACOMPAÑADA, en la difícil tarea de ser mamá.
  7. He comenzado a conocer y a apreciar  MUCHO :)  a cada una de las madres, que están detrás de cada blog, sus familias y sus historias de vida.
  8. He dejado de sentirme tan deprimida, para pasar a estar muy motivada por la escritura de los cuentos de Julieta la Jirafa, junto a mi hijita y los de experiencia de vida con mi MONITA.
  9. ¡Siento que tengo un grupo de pertenecia!, lo que me hace sentir muy contenta!
  10. Y lo último, que sin esperarlo, uno recibe gratificantes y hermosos Premios, que uno puede regalar después a otras mamis o papis. Además, de poder inventar premios (ya lo hice y está recién salidito del horno y ya empezó a circular!!! (PREMIO A LA ALEGRIA Y A LA EMOCION).
         Las DESVENTAJAS que he podido apreciar, en éste poco tiempo que llevo participando son las siguientes:
  1. ¡Me he hecho adicta a los blogs!. Es cierto, no puedo parar de leer, escribir y comentar..., las horas se me pasan volando y mi marido lo ha resentido...
  2. Me entristece leer comentarios desubicados, de anónimos irrespetuosos, que no comparten alguna idea y la trasmiten de pésima manera... creo que todos podemos opinar de maneras diferentes, sobre la crianza de nuestros hijos, pero que existen formas educadas de expresarlas.
  3. He dejado de hacer otras cosas, que también me gusta hacer, por estar pegada a la lectura y escritura (estoy muy estática).
  4. Me apena, no recibir ningún comentario, cuando he escrito alguna experiencia de vida, con tanto amor... En verdad, es super rico y gratificante, retroalimentarse con los comentarios de otras mamás.
        Al terminar, puedo concluir, que de todas maneras PRIMAN las VENTAJAS , sobre las desventajas de ser una mamá bloguera (en mi experiencia y mi parecer), bien!!!!!

       Tendré que aprender a graduarlas, para de éste modo equilibrar mejor mis tiempos, el de mi familia y amistades, que he ido haciendo en ésta nueva ciudad.
          Esperando recibir sus comentarios y experiencias respecto al tema, las dejo invitadas/dos... 
¡Un abrazo amigas!

¡¡¡ VIVA LAS MAMAS BLOGUER@!!!

jueves, 23 de junio de 2011

¡El Primer Cumpleaños de mi Monita!


           En ésta ocasión, contaré sobre la experiencia de mi Monita en su primer cumpleaños, su primer año de vida, y con mi marido, nuestro primer año de ser padres!!!.                      Como mi hija comenzó a ir al Jardín Infantil conmigo a los 8 meses y medio, cuando yo volví a trabajar, como Educadora de Párvulos de un Kindergarden, ella se convirtió en lo más pequeño, regaloneado y mimado de todo el Jardín Infantil, ya sea por los niños (que amaron de inmediato a la Hija de la Tía), como por mis colegas.
          Durante los primeros meses, mi Monita estaba en mi sala en un corral, ya que aún no caminaba y no la podían recibir las tías de la sala Cuna Mayor, que necesitaban que ella lo hiciese. Ella figuraba, conmigo en brazos haciéndole clases a niños de 5 años, es decir de Kinder. El problema era que no me dejaba trabajar tranquila con los niños, por que si yo comenzaba por ejemplo a leer un cuento, ella comenzaba a gritarme desde su corral, por lo que debía tomarla en brazos, para poder llevar a cabo mi pega... (no a cualquier madre la dejan trabajar con su hija, pero gozaba de ciertos privilegios, ya que llevaba muchos años en el mismo Jardín). Fueron unos meses ¡terriblemete estresantes!. Los niños de 5 años, necesitan de mucha educación personalizada con sus tías, por que están en pleno aprendizaje de las letras y números, mediante juegos y estimulación directa..., según los avances de cada uno, por lo que en esos momentos, me habría hecho falta una mochila para cargar a la Monita ... Solo sé, que desarrollé muchos músculos en mis brazos... y que deseaba tener cuatro o más manos...
             Afortunadamente, mi hija fue bien precoz y comenzó a caminar a los 10 meses (se saltó el gateo) y se fue a su correspondiente sala, con tías especiales para ella.
              Ufffff, ¡fue un respiro!. Lo bueno, es que yo gozaba de la posibilidad de ir a verla, por la ventana de su puerta y si escuchaba su llanto, corría a ver lo sucedido..., en verdad muy pocas madres tienen ésta posibilidad.
         Bueno, así pasaron los meses y llegó ¡su Primer cumpleaños!. Por su puesto, como era tan querida en el Jardín Infantil, se celebró primero con sus amigos y tías y luego en  la casa, con familia y amigos externos.
         Doble trabajo, pero uno hace TODO, por sus hijos, ¿o no?.
        Bueno. Fue super especial observar cuando le cantaban cerca de 30 niños de Jardín, el "cumpleaños feliz..." y ella observaba la vela de la torta encendida... Sin lugar a dudas me di cuenta, que no entendía nada de nada...            
         Lo peor de todo, es que no sabía ni soplar... ¡si era tan chiquitita!...
         Bueno, luego vino la celebración familiar y llegaron los abuelos, tíos y amistades, todos los niños comieron cosas ricas y por primera vez comió un "Superocho", galleta oblea bañada en chocolate..., fue su "fascinación", porque no era buena comiendo ni probando otras cosas que no fueran su comida típica.
          ¡Era un chiste verla con la cara y manos llenas de chocolate... !. Bueno, la fiesta estuvo linda, todos alegres y ella, mi Monita era la REINA, tampoco entendió nada de abrir los regalos la pobre... ¡Más festejábamos los adultos...!.
          Bueno, con el Segundo cumpleaños, la cosa  fue totalmente diferente...   
           Ahí, recién pude darme cuenta, de la maduración y el gran desarrollo cognitivo y de comprensión del lenguaje, que sucede dentro del primer y segundo año de vida..., ¡pero esa es otra historia!.

miércoles, 22 de junio de 2011

La Primera "papilla", el inicio de sus comidas y su vida actual al alimentarse...

         Cuando mi Monita cumplió 5 meses de vida, el Pediatra me aconsejó comenzar a integrar ciertos alimentos, además de su leche materna y el relleno, que ella tomaba.
         Me dijo, que podía comenzar con alguna compota de alguna fruta cocida y con la receta de la Primera Papilla de verduras: zapallo naranjo, papas, zanahoria y algo verde (acelgas o espinaca), sin nada de sal, por su puesto.
         Su primera experiencia la tuvo a los 6 meses exactos, ya que rechazaba todo lo que intentábamos darle, ni siquiera por curiosidad abría su boca...       
        Finalmente, comenzámos a dársela casi a la fuerza, poniendo ella unas caras de desagrado absoluto. Luego de transcurrido el primer mes, logró comerse su platito de bebé completo... Uffff y costaba mucho. Lo de la compota de frutas fue igual de dificultoso. Lo que a ella le gustaba era su leche...
         Pasaron los meses y al año, ya comenzamos a integrarle, huevo y legumbres, además de la carne, el pollo, que ya los venía incorporando. Ni hablar de comer algo que no fuera su "papilla".
         Por lo general, siempre veo que los niños de un año, suelen comer o probar cualquier cosa entera, de los platos de sus padres, sin embargo, con mi hija, ésto era imposible. Tampoco aceptó jamás los famosos colados o las compotas envasadas. Para nosostros constituía un real problema, ya que en período de vacaciones, debía llevar la licuadora y los ingredientes para realizar sus papillas, al lugar que fuésemos, además de todo lo necesario, para vacacionar (coche, mamadera, tutos, pañales, mantas, quitasol, bloqueador solar especial, piscina chica, etc...). Nunca olvido, cuando nos fuimos a un Camping y la gente me miraba con la licuadora, seguro, por el ruido que producía...
        Bueno, podría decirse que recién a los 2 años y medio, comenzó a comer comida no triturada, pero con bastante reticencia...
         Hoy en día que tiene 5 años, come casi de todo y lo que más le gusta son las ensaladas de lechuga, tomate, papas cocidas, combinadas con atún. Y si me preguntan cual es su plato favorito, son las vienesas con arroz y ensalada de tomates o el pollo asado. Las legumbres, aún debo dárselas coladas..., no hay caso que se las coma enteras, pero las disfruta hecha sopa (lentejas, porotos y arvejas). Solo en los cumpleaños come alguna golosina, pero es realmente mala, para esto, solo le gustan los queques y marsmelows.         
          En su Jardín Infantil, piden llevar una minuta de colaciones saludables, por lo que come frutas, barras de cereal y lácteos, bebe leche o jugos en caja y nada de galletitas o caramelos...
        Bueno, en  verdad, me hubiese gustado que ella fuera super buena para comer, pero en verdad, le cuesta y se demora bastante (como 40 minutos como mínimo)...
         Lo que me deja tranquila es que el Pediatra, me dice que está en su peso normal... Y además, mi suegra, la mamá de mi marido, me dice que él era igual; no había caso que abriera la boca y le gustaban solo las papillas..., que era eterno para comer..., etc...¿Cómo es la genética no?... Más encima, hasta el día de hoy, mi marido es super "mañoso", odia los mariscos crudos y ama los pescados y vegetales...
        Por mi parte, yo como de todo!!!

sábado, 18 de junio de 2011

A favor de la Lactancia Materna, aunque al principio cueste...

         Cuando al fin, pude llegar a casa, luego de vivir mi dramática experiencia de parto (por el síndrome HELLP), me encontré sola con mi bebé prematuro, de 35 semanas, con un peso de 2,5 kilogramos y recién comenzando con el tema de la lactancia...
         Resulta que mientras estuve hospitalizada, luego de salir de la UTI, las enfermeras comenzaron a prepararme para iniciar la lactancia, estimulando mis pezones con un "saca leche", artificial, estilo "bomba, succionadora"...     
        Al principio, me costó mucho, porque no tube la oportunidad directa de sacarme leche durante los primeros tres días después del parto, es decir comencé tarde... Mientras tanto, a mi bebé le daban relleno. 
        Al darme de alta, supimos que mi higado funcionaba bien y que no transmitiría una posible hepatitis a mi hija, por lo que me autorizaron a comenzar la lactancia.
        Bueno, la tarea comenzó en casa lentamente. Primero debía buscar la posición precisa para que mi pequeña bebé succionara mi leche y de verdad, me dolía mucho... Luego, todo el proceso se repetía con el otro pecho y así cada tres horas sin parar (ni siquiera en la noche, que tenía que despertarla).          
          Finalmente, debía darle una pequeña cantidad de relleno, ya que no debía perder más peso del necesario.
          Al primer control (a la semana de nacida), mi hija había subido unos cuantos gramos y me pidió la matrona, mostrarle como le daba el pecho a mi bebé, ya que le expliqué que me causaba mucho dolor.
         Me enseñó la posición "del caballito", sentada frente a mi , no acostada de costado sobre mi brazo, como solía dárselo. Al parecer la cosa comenzó a funcionar mejor. Al término del primer mes, se acabó el dolor y mi bebé ya había subido 700 gramos, lo que para nosostros era muy importante.
         A los seis meses, ya tenía un peso casi normal, pero siempre era menor al de un niño nacido de término.
       Ella gozaba tomando su leche y para mi constituía una experiencia super gratificante, de cariño, apego, entrega, unión y amor .
         El problema que se produjo, fue que ami hija le salieron los dos dientecitos de abajo a los ¡6 meses exactos! y que en una oportunidad de mordió!... Eso si que dolió y comencé a tener miedo...Pero, continué dándoselo hasta los 8 meses y medio, cuando tube que regresar al Jardín Infantil donde yo trabajaba como Educadora de Párvulos. Aunque supuestamente , yo tenía derecho a darle lactancia a mi hija, en efecto ésto no se cumplía, ya que no existía el lugar indicado, el tiempo, ni la tranquilidad para hacerlo (en Chile a muchas mujeres les pasa). Es por ésto que dejé de dárselo.
          El Pediatra de mi hija, me dijo que por lo menos la primera etapa (y la más importante), ya estaba cumplida, a si es que me dejó tranquila.
          Lo rico, es que hoy en día mi hija, aunque es más pequeña que los niños de su edad, no se debe a su prematurés, si no más bien a que papá y mamá no somos muy altos..., pero eso no es culpa de ella! y es una niña completamente normal, sana, cariñosa, alegre y por su puesto ¡super amada!.

viernes, 17 de junio de 2011

Yo sufrí una enfermedad grave en el embarazo y un parto de emergencia...! Conociendo el "Síndrome HELLP"

                Resulta, que durante las primeras 34 semanas de mi embarazo, me sentí fantástico, mi nena, venía bien y teníamos programada una cesárea, debido a que ella nacería muy grande y mis caderas son muy estrechas.                  
                Bueno, durante ésa semana comencé a sentir síntomas muy raros... muchas nauceas y vómitos, cuando nunca los tuve, nisiquiera al principio y mucho dolor de cabeza. Fuimos con mi marido al médico (me acompañó cada mes a cada uno de los controles y ecografías) y éste, me mandó a hacerme exámenes urgentes, principalmente sobre las enzimas hepáticas y el conteo de plaquetas. Al día siguiente al de los exámenes, llegamos con mi marido a la consulta con los resultados.
                El médico al verlos, palideció. Salió de su consulta y habló con otro colega ginecólogo.
                Al regresar nos dijo a sangre fría: "miren, lo que te está pasando pueden ser tres posibilidades; o se te está declarando una hepatitis fulminante o un Higado graso o un  Síndrome del embarazo, en donde el hígado deja de funcionar llamado HELPP..., pero sea cual fuera la causa, su bebé debe nacer hoy, es decir a más tardar dentro de 24 horas, para que ambas no corran peligro de muerte".
                Con mi esposo nos miramos y yo no le alcancé a tomar la relevancia que tenían sus palabras...
                Nos dijo, que como era un parto de "alto riesgo", no podría atenderlo y nos envió al Hospital Clinico de la Universidad Católica de Chile, en donde nos dijo, sería el lugar indicado para atender mi patología.             
                Para resumir un poco la historia, al llegar, ya nos esperaban. Me inyectaron corticoides para acelerar el desarrollo de los pulmones de mi bebé y comenzaron a hacerme más exámenes. Nos dijeron que inducirían el parto, y como era de noche, enviaron a mi marido a casa, pues, supuestamente la bebé nacería en 8 horas. Pero resulta que, a la hora siguiente de haber ingresado, llegaron nuevos exámenes, con peores resultados. Entonces, llamaron a mi esposo y le dijeron que regresara, pues nuestro bebé debía nacer, ahora, ¡ya!.
                Teníamos un séquito de doctores, que caminaban alrededor de nosotros y cada vez nos daban peores noticias.
Doctora 1: "en éste minuto la vida útil de tu hígado es de 8 horas, por lo que mañana, pasarás ha encabezar la lista de transplantes de hígado...".
 Doctor 2: "como tu higado no funciona bien y éste se preocupa de tu coagulación, tendrémos que hacerte un parto natural y sin anestesia...".
               En ese minuto, mi cuerpo temblaba entero. Mi esposo trataba de inmovilizar mis manos, pero no dejaba de temblar.  Finalmente, los latidos del corazón de mi bebé comenzaron a decrecer... y ahí, los médicos actuaron rápido...
              Le pidieron a mi esposo que se fuese a cambiar de ropa, para entrar al parto y a mi me llevaron a pabellón.
              Lo último que recuerdo fue que el médico anestesista me dijo: "ahora te vamos a dormir", y luego de pinchar mi vena, no supe absolutamente nada, hasta tres días después, que recuperé la conciencia.
              La otra parte de la historia, luego me la contó mi esposo.
              Me dijo que esperaba sentado afuera, ya vestido, cuando escuchó a un bebé llorar, entonces le pidieron entrar y le dijieron: "ya nació su bebé" (y pucha que tenía buenos pulmones).      
              Pudo observar como la limpiaban y hacían los exámenes de rigor y como luego, se la llevaban a su incubadora.
              Mientras tanto, de mí no sabía nada.
              Finalmente me prácticaron una cesárea de emergencia y todo dependía de los futuros exámenes, para saber si mi hígado volvería a funcionar.
              Me dieron mucha sangre, pero sobreviví! y bién, al paso de los tres día que estuve en la UTI, mi hígado volvió a funcionar y supimos que había sufrido del Síndrome HELLP.
              Bueno, ¿pero que es?, me preguntaba yo después.
              Luego me explicaron, que es una enfermedad que afecta a 1 mujer de entre 1000 (me saqué el premiado!) y que consiste en que el hígado deja de funcionar, subiendo sus enzimas, descomponiendo los glóbulos rojos y bajando el conteo de plaquetas. El problema es que aún no han encontrado una causa.
              También puede presentarse en el 10 a 20 % de las mujeres embarazadas que sufren Preclamsia  (presión arterial alta en el embarazo) o eclamsia severa.
              Los síntomas, fueron justo los que padecí y si no hubiera asistido al médico en ese momento, la historia sería otra.
              Los problemas con el hígado y otras complicaciones del Sindrome HELLP, pueden empeorar muy rápido y ser muy dañinos, tanto para la madre, como para el bebé. El tratamiento, es solo dar a luz al bebé, lo más pronto posible, aunque éste sea prematuro.
              Lo más triste, es que la posibilidad de retornar en futuros embarazos es de 1 en cada 4...
              Bueno, amigas, en verdad quise contarles nuestra historia, porque se que lo a mí acontecido, es bastante extraño y desconocido.
              No lo hago con el afán de alarmar a las futuras mamás, si no solo para que conozcan mi realidad vivida.
              Lo lindo es que al cuarto día, conocí a mi bebé, que gracias a Dios, nació sanita y con un excelente peso, para ser tan prematura y que solo estuvo cuatro días en la incubadora y esa es otra historia... Lo más maravilloso de mi vida, junto a mi esposo... (que pucha que se las sufrió).            
             ¡Ah!, y al darme de alta al 6to día del parto, me autorizaron a darle leche materna, por lo que le di pecho, hasta los 8 meses y medio!.
                 Yo también estoy a favor de la lactancia Materna!!!